Nos trasladamos a la época en la Estados Unidos sufrió la Gran Depresión. Durante la misma, los padres de Jacob (Robert Pattinson) son asesinados, motivo por el que el joven se ve obligado a abandonar sus estudios de veterinaria para buscar un trabajo con el que poder ganarse la vida. De este modo, y sin saber muy bien a donde ir, acepta enrolarse en el circo de los hermano Benzini como cuidador de los animales que forman parte del espectáculo. Sin esperarlo, el circo comienza a absorber por completo a Jacob. La magia del directo, la tensión de los ensayos y especialmente una bella amazona llamada Marlena (Reese Witherspoon) se apoderan de su corazón. Jacob termina involucrándose en el circo como si realmente hubiese sido lo que había deseado desde que nació. No obstante, su obsesión por Marlen le llevará a enfrentarse a August (Christolph Waltz), un domador con un carácter bastante peligroso que no tiene ninguna intención de desprenderse de su esposa.
Ahora han pasado los años, las décadas y casi los siglos, y convertido ya en un anciano de 90 años, Jacob recuerda con nostalgia su etapa circense.
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